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05:08:00


AL ENCUENTRO DE LO DESCONOCIDO

Plinio el Joven Epist. 6, 16 (Gredos, vol. 344)
Se encontraba en Miseno al mando de la flota. El 24 de agosto, como a la séptima hora, mi madre le hace notar que ha aparecido en el cielo una nube extraña por su aspecto y tamaño. Él había tomado su acostumbrado baño de sol, había tomado luego un baño de agua fría, había comido algo tumbado y en aquellos momentos estaba estudiando; pide el calzado, sube a un lugar desde el que podía contemplarse mejor aquel prodigio. La nube surgía sin que los que miraban desde lejos pudieran averiguar con seguridad de qué monte (luego se supo que había sido el Vesubio), mostrando un aspecto y una forma que recordaba más a un pino que a ningún otro árbol. Pues tras alzarse a gran altura como si fuese el tronco de un árbol larguísimo, se abría como en ramas; yo imagino que esto era porque había sido lanzada hacia arriba por la primera erupción; luego, cuando la fuerza de esta había decaído, debilitada o incluso vencida por su propio peso se disipaba a lo ancho, a veces de un color blanco, otras sucio y manchado a causa de la tierra o cenizas que transportaba. A mi tío, como hombre sabio que era, le pareció que se trataba de un fenómeno importante y que merecía ser contemplado desde más cerca. Ordena que se le prepare un navío veloz, y me ofrece la oportunidad de ir con él, si yo lo deseaba; le respondí que prefería continuar estudiando, y precisamente él me había dado algún material para que yo lo escribiese.

06:59:00

LA ATLÁNTIDA

Platón, Critias, 109a (Gredos, vol. 160)
Pero es necesario exponer al principio, en primer lugar, lo concerniente a los atenienses de aquel entonces y a los enemigos con los que lucharon, las fuerzas de guerra de cada uno y sus formas de organización política.
Platón, Timeo, 24d-25c (Gredos, vol. 160)
En efecto, nuestros escritos refieren cómo vuestra ciudad detuvo en una ocasión la marcha insolente de un gran imperio, que avanzaba del exterior, desde el Océano Atlántico, sobre toda Europa y Asia. […]Toda esa potencia unida intentó una vez esclavizar en un ataque a toda vuestra región, la nuestra y el interior de la desembocadura. Entonces Solón, el poderío de vuestra ciudad se hizo famoso entre todos los hombres por su excelencia y fuerza, pues superó a todos en valentía y artes guerreras, condujo en un momento de la lucha a los griegos, luego se vio obligada a combatir sola cuando los otros se separaron, corrió los peligros más extremos y dominó a los que nos atacaban. Alcanzó así una gran victoria e impidió que los que todavía no habían sido esclavizados lo fueran y al resto, cuantos habitábamos más acá de las confines heraclidas, nos liberó generosamente.


07:05:00

VISIONES DE EZEQUIEL 2


Libro de Ezequiel
 13 En medio de los seres vivientes había algo como carbones de fuego encendido que se desplazaban como antorchas entre los seres vivientes. El fuego resplandecía, y del mismo salían relámpagos. 14 Y los seres iban y volvían, como si fueran relámpagos.
15 Mientras yo miraba a los seres vivientes, he aquí que había una rueda en la tierra, junto y al frente de cada uno de los cuatro seres vivientes. 16 La forma y el aspecto de las ruedas era como crisólito. Las cuatro ruedas tenían la misma forma y aspecto, y estaban hechas de manera que había una rueda dentro de otra rueda.


13:59:59

PRESENCIA COMO AUSENCIA : EL OTRO
 Dino Buzzati, El desierto de los tártaros


Ya a primeras horas de la madrugada vieron, desde el Reducto Nuevo, una pequeña franja negra en la llanura septentrional. Una señal sutil que se movía y no podía ser una alucinación. La vio primero el centinela Andrónico, después el centinela Pietri, después el sargento Batta, que al principio se lo había tomado a broma, después también el teniente Maderna, comandante del reducto.
            Una pequeña franja negra avanzaba desde el norte a través de la landa deshabitada y pareció un absurdo prodigio, aunque ya durante la noche algún presentimiento vagaba por la fortaleza. Alrededor de las seis el centinela  Andrónico lanzó el primero un grito de alarma. Algo se acercaba desde el septentrión, cosa que jamás había ocurrido desde tiempo inmemorial. Al aumentar la luz, sobre el fondo blanco del desierto se destacó con nitidez la formación que avanzaba.

18:00:32

EL ANIMAL 1


J.M. Coetzee, Elizabeth Costello
The question to ask should not be: Do we have something in common —reason, self-consciousness, a soul— with other animals? (With the corollary that, if we do not, then we are entitled to treat them as we like, imprisoning them, killing them, dishonouring their corpses). […] the heart is the seat of a faculty, sympathy, that allows us to share at times the being of another. Sympathy has everything to do with the subject, the “another”, as we seen at once when we think of the object not as a bat(“Can I share the being of a bat?”) but as another human being. There are people who have the capacity to imagine themselves as someone else, there are people who have not such capacity, (…) and there are people who have the capacity but choose not to exercise it.